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UNIENDO CASUALIDADES

David Meca, sin límites

David Meca, sin límites [David Meca nadador. También es modelo y actor. El nadador español más espectacular y con mayor afán de protagonismo, se lo merece.]

Fui testigo, uno de los pocos. Nunca había visto delante de mis ojos una proeza así. El año pasado se organizaron en mi ciudad, Barcelona, los mundiales de natación. Me apunté como voluntario y me destinaron en la prueba de "Aguas Abiertas". Consisten en 3 pruebas: 5, 10 y 25km de nado a mar abierto. El día de la prueba más larga, de 25km me permitieron seguir el trozo final de la prueba a bordo del yate VIP(80€/persona costaba). Vimos los últimos 5km de la prueba.

Era un día caluroso pero la brisa marina nos aliviaba la sensación de sofoco que se devía sentir en tierra. Íbamos al encuentro de los nadadores que ya estaban de regreso al puerto. Me esperaba otra situación en carrera. A los 20km suponía que el desgaste de la prueba habría seleccionado la mayoría de corredores y que habría un escapado y un grupo perseguidor de 2 o 3 nadadores. Mi sorpresa fue ver un grupo compacto de 10 nadadores codo a codo en un pañuelo.

Entre ellos estaba David Meca, el mejor español. Nunca lo había visto nadar. Era impresionante, golpeaba con los brazos el mar como las aspas de un molino, con los brazos tensos como un bloque rígido. Los pies no cesaban de bater suavemente el agua. Su enorme tronco lo mantenía cerca de la superfície.

Cada nadador tenía una lancha de avituallamiento con su entrenador, que intentaba estar lo más cercano a su pupilo provocando gran confusión y alguna que otra obstaculización. La televisión más de una vez también se interponía en la trayectoria de los voluntariosos nadadores. Tan inmenso como es el mar y todos ahí metidos, luchando contra sí mismos, el hambre, el frío, las medusas, sus contrincantes, las barcas, las olas,... en medio de esa confusión, un par de nadadores: un frances y un ruso, nadaban cerca de las rocas a buen ritmo.

El grupo estaba desorientado con tanto lío de barcas a su alrededor, mientras que los dos nadadores les iban sacando metros. David se dio cuenta y empezó a tirar del grupo dos metros por delante. Nadie se dio por vencido y no consiguió escaparse. El grupo unido siguió un buen rato luchando contra todo mientras, de vez en cuando, les daban de beber, o, para variar, cambiaban de sentido de rotación su nado y nadaban de espalda en lugar de crol. Llevaban casi 5h nadando contra la corriente casi siempre y el ritmo no cesaba.

Esperaba un ritmo más moderado con un sprint final pero veía un sprint contínuo. Casi al llegar a la boca del puerto, me di cuenta de la cantidad de medusas que habia. En 100 metros conté unas 12 o 15. En los 500 últimos metros Meca estaba entre los 7 mejores, podía ganar o perder. Triumfar o fracasar. Nadie se acordaría de los 24km al frente del grupo si al final acababa 7º. Habrirían los periódicos sobre el último fichaje del Barça, con los "duros" entrenamientos de 2 horitas a la sombra de los cracks del futbol. Apenas le dedicarían una columna si ganaba. Sólo había 3 medallas. Se trataba de picar con la mano unas planchas a medio metro del agua, en la meta. El ruso campeón del mundo iba un poco avanzado, el 7º iba a 10 segundos del primero en una prueba tan y tan larga, excepcional! Me parecía injusto tan pocas medallas, tan poco premio. Cuantas horas de entrenamientos? cuantos años sacrificándolo todo? Cuantas lesiones, lágrimas, vómitos, abandonos, picadas? Ganó el ruso y a 2metros entraban 2 nadadores más: uno era Meca y el otro el búlgaro. Meca tocó décimas antes la plancha. Segundo. Al llegar a meta se comieron al ganador de tan cerca que estaban.

Fuera del agua se les veía extraños, fuera de sitio. Yo los veía hechos de otra pasta. Me habían dicho que el Tour, el ciclismo, era lo más duro en el deporte. Nada comparado con aquello, al menos al pedalear ves montañas, respiras aire cuando quieres, controlas la situación más o menos...

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