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UNIENDO CASUALIDADES

Amélie(3)

Amélie(3) Amélie es una niña solitaria. De pequeña el único contacto que tenía con su padre era a través de un chequeo médico que él le hacía de vez en cuando. Cualquier niña se muere para que su padre la agarre, levante y juegue un poco con ella. Amélie sólo estaba cerca de él en los chequeos y por eso se le aceleraba el corazón de la emoción y su padre creía que tenía una afección cardíaca y no la dejó ir al colegio. Creció sola, sin amigos de su edad y su mundo interior creció para sustituir a sus amigos de carne por otros bichillos imaginarios. Se entretenía sola en un mundo infantil muy creativo.
A Amélie le gustan cosas que disfruta ella sola. Le gusta girarse para mirar las caras de los espectadores en medio de una película. Le gusta ver los detalles que nadie ve en las películas pero no le gustan esas que el conductor nunca mira la carretera. Le gusta sumerger la mano en un saco de legumbres o tirar piedras en un estanque para que peguen botes. Le gusta romper el caramelo de crema catalana con la cucharilla.
Pero no es una chica triste, está en su mundo, que es un mundo alegre y con preguntas como ¿cuantas parejas llegarán al orgasmo en este momento en París? mientras mira la ciudad desde un mirador. A mi también me gusta hacerme preguntas sobre la gente pequeñita que veo desde el mirador de Barcelona. Me pregunto por qué tienen prisa, por qué suspiran, por qué darían su tiempo, por quién lo darían todo.
Amélie es esa chica del vaso de cristal, del cuadro de Renoir, que pinta una vez por año el 'hombre de cristal', su vecino. Él le pregunta a Amélie qué le pasa que tiene esa mirada ausente. Amélie le responde que quizá es distinta a los demás y de pequeña no jugaba con niños de su edad.

2 comentarios

Tonificante -

Brisa: Por? A qué te refieres?

Brisa -

Tonfificante... eso no se hace ;)jaja !