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UNIENDO CASUALIDADES

Tiempo!

Tiempo!

En este mundo interconectado y globalizado el concepto ‘tiempo’ es más relativo que nunca.
En África, el ritmo es lento y parece contemplar sin prisas, el crecimiento de las plantas, el paso de las estaciones, un dulce atardecer, una tormenta desde la ventana, el fluir de un riachuelo o la traumática transformación de un niño en adulto.
Por contra, en nuestro entorno utilizamos expresiones como: ‘se nos echa el tiempo encima’, ‘no tengo tiempo’, ‘el tiempo es oro’, ‘el saber no ocupa lugar pero sí tiempo’. Cada vez tenemos menos tiempo, memoria más estrecha y reducida.

Pensemos ahora en el concepto ‘línea’: toda línea tiene un inicio, donde apoyamos el lápiz sobre el papel; le sigue una trayectoria y un fin, donde dibujamos, por ejemplo, una flecha.
Esta imagen quiere simbolizar nuestra vida a lo largo del tiempo: si somos conscientes de nuestro pasado y de los elementos que configuran nuestro presente, tendremos una idea de continuidad que nos llevará a pensar en su finalidad, o sea, en su sentido.

De este modo, si nos ocupamos de ello, va tomando forma en nuestro interior un poso vital que contiene experiencias pasadas, todo tipo de recuerdos y detalles importantes para nosotros sin los cuales no sabríamos quienes somos.

Por más que corra el tiempo, no debemos dejar que se nos ‘coma vivos’ y se nos escurra la vida como el agua de la bañera que se escapa por el desagüe.
Sin embargo, tengo la sensación que estamos tan inundados de noticias, libros, estímulos, publicidad… que en tan permanente saturación, nos olvidamos facilmente de las cosas, la memoria se vuelve selectiva, pocas cosas nos afectan, pocas personas consiguen llegar dentro de nosotros, nuestro interior se estrecha, está cada vez más protegido por la coraza del adulto egoísta que representamos aislándonos del mundo pero sin cultivar nuestro interior (individualismo vacío).

Ya lo hemos visto casi todo, nos resbalan las injusticias y las desgracias de los demás, hemos escuchado todas las músicas, hemos visto todas las películas y sin hueco a la sorpresa no hay impacto, aprendizaje, evolución ni mundo interior…
Así que sólo podemos crecer con la dosis suficiente de humildad, capacidad de sorpresa, respeto, interés a lo desconocido, a los otros… y con tiempo!

1 comentario

Marc -

Tienes razón. Tiempo, lo que nos hace falta es tiempo. Pero cuando la vida se nos gira, cuando nos llegan los malos momentos, lo único que queremos es que el tiempo pase y lo cure. ¿ No es así?