Amélie(3)

A Amélie le gustan cosas que disfruta ella sola. Le gusta girarse para mirar las caras de los espectadores en medio de una película. Le gusta ver los detalles que nadie ve en las películas pero no le gustan esas que el conductor nunca mira la carretera. Le gusta sumerger la mano en un saco de legumbres o tirar piedras en un estanque para que peguen botes. Le gusta romper el caramelo de crema catalana con la cucharilla.
Pero no es una chica triste, está en su mundo, que es un mundo alegre y con preguntas como ¿cuantas parejas llegarán al orgasmo en este momento en París? mientras mira la ciudad desde un mirador. A mi también me gusta hacerme preguntas sobre la gente pequeñita que veo desde el mirador de Barcelona. Me pregunto por qué tienen prisa, por qué suspiran, por qué darían su tiempo, por quién lo darían todo.
Amélie es esa chica del vaso de cristal, del cuadro de Renoir, que pinta una vez por año el 'hombre de cristal', su vecino. Él le pregunta a Amélie qué le pasa que tiene esa mirada ausente. Amélie le responde que quizá es distinta a los demás y de pequeña no jugaba con niños de su edad.
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Tonificante -
Brisa -