El espejo
[ Espejo Mirallmar de Eduard Samsó]
Forma parte de la condición humana mirarse de vez en cuando a nuestro espejo, el que nos refleja tanto interior como exteriormente, y sentirnos miserables y decepcionados con nosotros mismos. Simple y llanamente nos sentimos una mierda ya sea por alguna situación que nos ha puesto en evidencia o porqué no nos gusta lo que vemos. A veces proyectamos esperanzas y caminos de mejora que no llegan, otras vemos sólo la sombra de lo que esperábamos de nosotros mismos, otras veces no nos reconocemos en el reflejo obtenido.
A pesar de todo, no nos queda más remedio que salir adelante. No sólo por supervivencia sino porqué no debemos perder el espíritu de superación y mejora: siempre hay tiempo para cambiar, lo peor es dejarse ir, pensar que no tenemos remedio. Ésta creo que es una de las principales lecciones que hay que enseñar a los pequeños. La autoestima es algo muy importante, nunca es irrecuperable, pero cuesta asentarla por nosotros mismos.
Quizá sufriríamos menos si en plena crisis existencial de la adolescencia tus padres o alguien cercano a quién admiras supiera decirte que en el fondo todos somos miseria y que si no se nos cae la cara de vergüenza es porqué con humildad y esfuerzo podemos conocernos y aceptarnos tal y como somos. Sino es así es que nos autoengañamos. Sólo con esta base podemos construir todo lo demás.
Lástima que muchas veces lo llevamos demasiado escondido y nos cuesta buscar ayuda o dejarnos ayudar.
Sin embargo la realidad es más difícil que éstas palabras. No siempre tenemos el nivel de exigencia y la autoestima bien calibrados o, simplemente, miramos a otro lado rehuyendo la mirada que nos devuelve nuestro espejo.
4 comentarios
Patricia -
miko -
Tonificante -
mariaescalas -