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UNIENDO CASUALIDADES

Reflexiones

Mirada polícroma

Mirada polícroma Dicen que los orgullosos creen que dialogar es tener que ceder: reconocer las propias equivocaciones, cambiar comportamientos, debilitarse. ‘No necesitan’ dar explicaciones a nadie: se consideran poseedores de ‘la verdad’.
Creo que hay que respetar las experiencias de cada uno. Pero también creo que la Verdad no pertenece a nadie. Por muy sabia que sea una persona puede que no tenga la Verdad ni más cerca ni más lejos de otro que sea ignorante. Cada cuál tiene su verdad según lo que ha vivido, es lógico que la defienda pero tendría que aprender a respetar la de los demás.
Me gusta pensar que el pasado no debe ser una losa. No debe ser negativo. Mirar el pasado debe servirnos para aprender de los errores, de la experiencia pero no para seguir inercialmente condenados a seguir el camino iniciado. Todos podemos cambiar si abrimos un poco nuestra mente. Estamos en permanente cambio pero empezar de zero no es sencillo ni tampoco actuar con independencia al pasado. Pero creo que si nos escuchamos y vemos más puntos de vista podemos ir más allá que juzgar a los otros o anteponer nuestras ideas como las más verdaderas. Creo que esto vale para todos, para los más experimentados para los inexpertos, sabios o ignorantes. Tenemos mucho que aprender de todos.
Me gusta reflexionar tomando varios puntos de vista, cuantos más mejor, intentando recoger la verdad que en todos hay y, juntándolas, llegar a construir una verdad más grande.

¿Alguien puede darnos por conocidos?

¿Alguien puede darnos por conocidos? [“Al cabo de 2 años de vida en común las parejas dejan de sentir la pasión que les mantenía unidos, se han acostumbrado a la presencia del otro y le dan poco valor, cesa la capacidad de sorprender y ser sorprendidos por la otra persona, se cree que la otra persona no tiene más que ofrecer.”]

Había una vez una niña pequeña inocente, sencilla y con ganas de aprender. Mientras los adultos la intentaban educar ella persistía tozudamente en su mundo. Le querían imponer unos horarios, unos recorridos casa-cole pero ella no estaba acostumbrada al espacio-tiempo, en su mundo no había límites temporales ni espaciales. Leía y con el tiempo escribía sus pensamientos en una pequeña libreta.
Un día paseando por la calle de su casa, calle Balmes, se dijo a si misma enojada, “¿Balmes, por qué nunca me he preguntado por el nombre de mi propia calle?”. Así que presta y decidida fue a la biblioteca más cercana y buscó en la enciclopedia llegando a la conclusión que el único origen del nombre se encontraba en la figura de un importante filósofo español llamado Jaime Balmes. Con el tiempo llegó a conocer bien su obra y a rescatar ese fragmento:

“ La razón
es fría, pero ve claro:
darle calor y no ofuscar su claridad;
Las pasiones son ciegas, pero dan fuerza:
darles dirección y aprovecharse de su fuerza;
El entendimiento sometido a la verdad,
La voluntad sometida a la moral,
Las pasiones sometidas al entendimiento y a la voluntad,
Y todo ilustrado, dirigido, elevado por la religión ;

En la persona la razón da luz, la imaginación pinta,
el corazón vivifica y la religión diviniza
”

Le habían dicho que las personas eran limitadas pero ella se repetía lo de “la razón da luz, la imaginación pinta…” y no veía en ese modelo de persona demasiados límites.
¿Cuántas melodías se podían hacer con 7notas? ¿Cuántos cuadros se podían pintar con 4colores? ¿Cuántos textos con las finitas palabras del diccionario? Nada le parecía convencer de que somos finitos y limitados por lo que se creía capaz de sorprender y sorprenderse a si misma.

Conversaciones Tu a Tu

Conversaciones Tu a Tu Me gusta la espontaneidad. La mayoría de gente se calla los elogios, se ahorra los detalles gratuïtos (darlos cuando surgen, sin cálculos ni esperar nada a cambio). Esperan San Valentín, Navidades, Rebajas, Cumpleaños o una de las fechas consumistas que no faltan en ninguna época del año.
Para mi éstas pequeñas cosas: una llamada cuando no toca, una carta por correo convencional, un mail personal, unas palabras espontáneas, un libro dedicado especialmente... todas estas cosas son las más valiosas, el mejor regalo.

Nos olvidamos de hacerlo por pereza, nos falta intensidad “vital”. Creo que la vida cobra una dimensión nueva si valoramos a la gente que nos rodea, sin adulaciones ni falsedades, por puro agradecimiento, por hacer más fácil y feliz la vida a los que nos tienen que sufrir día a día. Me vienen ganas de decir cúanto les quiero, espontáneamente. Como si fuera la última cosa que les pudiera decir, uno a uno, antes de irme. Creo que la gente tiene miedo a hacerlo, a desnudar su alma. Sin embargo, las desgracias, catástrofes, la muerte... todo esto horrible en el fondo nos ayuda a valorar éste tipo de gestos. A vivir mejor, más coherentes y apreciando lo que tenemos: familia, amigos,...

Algunos nunca tienen tiempo para ir a fondo, hablar de verdad, de tu a tu, de existencia a existencia, sin limitación de tiempo ni espacio. La comunicación de corazón a corazón no debe perturbarse por otras cosas, Bastan dos personas que quieran conocerse el uno al otro y que se den ese espacio necesario para ello.

Otros creen que dialogar desde lo íntimo es ceder: reconocer las propias equivocaciones, cambiar comportamientos, debilitarse. ‘No necesitan’ dar explicaciones de su vida a nadie: se consideran poseedores de ‘la verdad’. Creen que abrirse demasiado nos hace vulnerables y por esto se cierran y no cuentan a casi nadie nada de su vida 'íntima', les incomoda que personalicen con ellos.

Nos pasamos los días dando y escuchando mensajes vacíos, sin nada a comunicar. Por miedo al silencio nos sumergimos en conversaciones convencionales en general. Pero a veces necesitamos todo lo contrario y entonces descubrimos algo de nosotros mismos que no habíamos sospechado.

Prejuicios

Prejuicios [Entrecomilladas frases de Anthony de Mello (jesuita)]

Estamos llenos de contradicciones, uno más de nuestros engaños son las actitudes "políticamente correctas". ¿Quién reconoce no ser tolerante, solidario, abierto de mente, respetuoso? Pero, ¿quién está libre de prejuicios?
Tendemos a los clichés, las etiquetas, los encasillamientos. De alguna forma tenemos que clasificar a la gente para controlar la situación, nos es cómodo y, si me apuráis, necesario por pura salud mental. Sin embargo cada persona es única y aunque la sociedad nos uniforme a todos un poco nada tiene que ver uno con otro.
"Todas las ideas que generas en tu cabeza, son un obstáculo para ver esa persona tal y como es. Cada persona que nos conoce tiene una idea de ti. Por desgracia muchas personas se conforman con esa idea y no van más allá".
"Además, constantemente estamos haciendo valoraciones y juicios". Decimos que alguien es inteligente, feo, maleducado,... Pero tu eres tu. Seguramente "en función de mis intereses querré verte de una forma u otra".
"Cuando alguien diga 'eres muy especial para mi" hay un peligro. Se trata que "trates de satisfacer SU idea de ti y dejes de ser tu mism@. Cuando no le gustes tanto habrás perdido la libertad. Lo importante es amar a la persona, la interacción con ella, no sus elogios sinó sus hechos".

Ahora mismo, a través de mis palabras te estás haciendo una idea de mi. Conversando por el MSN con un desconocido o con correo electrónico, mucha gente se conoce por primera vez. ¿Se tienen menos prejuicios conociendo a alguien por Internet? ¿Es mejor de esta forma? ¿encasillamos menos si no revelamos ni la edad ni otros datos personales? ¿Puede que conozcamos a gente que no nos llamaría la atención de haberlos visto y habríamos desclasificado directamente de nuestra lista de posibles amistades?

Ocio nocturno.

Ocio nocturno. Focos giratorios de luz amarillenta, parpadeantes; ’música’ atronadora que hace vibrar el aire hasta resonar dentro de uno; la atmósfera cargada de tabaco; bebida y la gente de la noche. Ya sabéis de lo que os hablo: de esos maravillosos antros en los que la gente paga 12€ para entrar y así justificar el fin de semana. En ningún sitio me siento más solo, gregario, consumista, soltero (si no ligas no vales) e insignificante. No hay que ser absoluto, las hay agradables y que con buen clímax y buena compañía pueden estar bien para una noche de vez en cuando. Pero reflexionando, llego a preguntas clave:

• ¿Donde está mi creatividad? ¿Es más fácil ir a bailar o al cine que ’afrontar’ una conversación coherente?¿Por comodidad nos dejamos llevar antes que ’arriesgar’ con una propuesta original? Si no está tan mal: sales con tus ’colegas’, bebes, dices cuatro gilipolleces para quedar bien con los ’tíos’ y a ligar (porqué toca)... ¿Es más fácil ligar (dejándonos ir) que ir ’quemando’ etapas poco a poco?¿Realmente qué buscamos ahí?

• ¿No éramos los jóvenes los que teníamos que luchar por una sociedad menos compulsiva-consumista? ¿no teníamos que romper con el ocio que nos han organizado y preparado al milímetro? ¿Pero claro, los jóvenes tienen que vivir intensamente las 24 horas, días y noches, estamos en la edad de ligar pillar o mojar sin compromiso, es la edad, toca, no?

En el fondo, en la discoteca, hay un aburrimiento que mata. Música de consumo que va directa al sistema nervioso, motor y muscular exaltándote y haciéndote olvidar y desfogarte. ¿Actuamos por impulsos? Drogas y discoteca atrofian la inventiva por igual haciéndote, eso, igual. Igual a todos... repetimos gestos, actitudes y gamberradas que todo el mundo rie porqué una vez todos nos reímos, no porqué nos estemos divirtiendo de verdad. Porqué mucha gracia no hace, cuando vamos serenos, ver la imagen de un tío meandose en el lavamanos del lavabo o vomitando en plena calle, gritando en el autobús, arrojando botellas de cristal o pidiendo papel o piedra para fumar a las 5 de la madrugada.

Sí, a veces voy, sobretodo en verano, cuando apetece más. Pero sólo pensar en el negocio montado a nuestra costa y conocer los bolsillos a los que va a parar, me siento un corderito más que se deja llevar y, como todos, claudica.

Para empezar: Amor-deseo

Hay que diferenciar lo que quiero con lo que deseo. Querer es distinto a desear. En el conocido pasaje de las sirenas en la Odisea, Ulises reprime su deseo: ir con las sirenas, para hacer y cumplir con su propósito, hacer lo que quería: llegar a su casa sano y salvo. Sin embargo opta por un paso intermedio. Mientras ordena que sus compañeros se tapen los oídos y así
acabar con el problema de raíz él opta por el camino intermedio: se asegura la vida haciéndose atar al mástil pero deja sus oídos libres para conocer la naturaleza del canto de las sirenas y sentir su atracción. Fija primero el camino que quiere sin reprimir sus deseos pero sí haciendo que estos no interfieran en su deber. Así, con este ejemplo vemos que el deseo se nos
impone, es instintivo y es difícil de dominar si no se tiene muy claro lo que queremos. Los deseos se satisfacen a corto plazo pero siempre vuelven, no se pueden satisfacer de una sola vez. Ulises calcula sus fuerzas, se conoce, es un hombre libre porqué no renuncia al deseo pero no se entrega a su instinto, sabe dominarse, es dueño de sí. Los remeros, sus compañeros, no son suficientemente maduros y no están preparados para el reto, aún no saben lo que quieren. El amor no es algo pasajero, el enamoramiento sí. El enamoramiento está sujeto al deseo, al dictado de nuestro instinto, a nuestra intuición. El amor es profundo, maduro, nos pertenece, lo hacemos nuestro como a nuestra libertad, como a la posesión del mando de nuestra vida. Amamos porqué queremos amar a esa persona, es algo importante en nuestra vida, apostamos por el amor como apostamos por nosotros.