Palabras
Son el Vacío y Todo.
La Materia, la Energía, la Magia que todo lo puede, la Fe y Esperanza que todo lo soportan.
Me tocan, me pinchan, se me clavan, me resbalan
las intuyo, las noto, me mecen, acompañan, empujan...
Son categóricas o superfluas, rotundas o suaves, superfluas o necesarias, rimbombantes o sosas, espontáneas o
calculadas, densas o leves, auténticas o falsas, improvisadas o trabajadas
Las palabras son, a veces, escurridizas, traidoras, otras, envolventes, cariñosas y protectoras. En ocasiones caen por el peso de la realidad, prescindimos de ellas y son sustituidas por imágenes u otros elementos.
Por el contrario, acompañan, refuerzan y dan sentido y color a situaciones que lo merecen, dan cuenta de nuestros pareceres, opiniones, sensaciones, razones
Son un estorbo o, en un momento dado, arma arrojadiza, herramientas insustituibles, poderosas aliadas.
Pueblan los horizontes más lejanos, los recodos más recónditos de nuestra alma, los sueños más extraños.
Cuantas veces nos hemos encontrado con ellas cuando lo hemos necesitado, cuántas han definido y puesto en su sitio problemas, ideas, sentimientos, actos que sin ellas se hallaban perdidos, desubicados, en pérdida
Son un juego, un complejo e infinito laberinto intrincado, un entramado compacto, un tapiz grueso que ora nos cobija y esconde, ora nos delata y nos arroja al mundo sin amparo
Sin embargo creo que son una imperiosa Necesidad... Primero fue el Verbo. Nuestra naturaleza humana balbuceó sin sentido hasta dar forma y fabricar la primera palabra. Y es que, por encima de todo hay la necesidad de expresar lo más grande, de repartir lo único que crece al ser compartido: el Amor
La Materia, la Energía, la Magia que todo lo puede, la Fe y Esperanza que todo lo soportan.
Me tocan, me pinchan, se me clavan, me resbalan
las intuyo, las noto, me mecen, acompañan, empujan...
Son categóricas o superfluas, rotundas o suaves, superfluas o necesarias, rimbombantes o sosas, espontáneas o
calculadas, densas o leves, auténticas o falsas, improvisadas o trabajadas
Las palabras son, a veces, escurridizas, traidoras, otras, envolventes, cariñosas y protectoras. En ocasiones caen por el peso de la realidad, prescindimos de ellas y son sustituidas por imágenes u otros elementos.
Por el contrario, acompañan, refuerzan y dan sentido y color a situaciones que lo merecen, dan cuenta de nuestros pareceres, opiniones, sensaciones, razones
Son un estorbo o, en un momento dado, arma arrojadiza, herramientas insustituibles, poderosas aliadas.
Pueblan los horizontes más lejanos, los recodos más recónditos de nuestra alma, los sueños más extraños.
Cuantas veces nos hemos encontrado con ellas cuando lo hemos necesitado, cuántas han definido y puesto en su sitio problemas, ideas, sentimientos, actos que sin ellas se hallaban perdidos, desubicados, en pérdida
Son un juego, un complejo e infinito laberinto intrincado, un entramado compacto, un tapiz grueso que ora nos cobija y esconde, ora nos delata y nos arroja al mundo sin amparo
Sin embargo creo que son una imperiosa Necesidad... Primero fue el Verbo. Nuestra naturaleza humana balbuceó sin sentido hasta dar forma y fabricar la primera palabra. Y es que, por encima de todo hay la necesidad de expresar lo más grande, de repartir lo único que crece al ser compartido: el Amor
4 comentarios
Tanit -
un saludo desde el bosque
Blanca -
Lo mas importante es que los actos se acompañen con las palabras, no podria ser de otra manera, no se deben ensuciar en mentiras.
Un beso
Losange -
Brisa -
"El amor es lo único que crece cuando se reparte."
Antoine de Saint-Exúpery
Te la regalo, pq es bonita y a mí también me gusta.
Un beso grande Toni!!