La vida secreta de las palabras (2)
Dicen que no hay buen libro que no merezca una segunda lectura.
Tampoco hay buena película que no merezca ser vista una segunda vez.
Por esto os hago otro comentario sobre ella dos años después.
En la película se dice que Hitler dijo a su equipo que nadie se acordaba pasados diez años de la masacre a los armenios.
Por esto, para que no cayera en el olvido la cruenta guerra de Yugoslavia, se puso en marcha el proyecto de documentación de testimonios de la guerra.
Guardarían, en una especie de templo de la memoria histórica, todas las cintas conteniendo palabras sobre los horrores de la guerra.
Como dice la directora, "palabras perdidas, que durante mucho tiempo vagan en un limbo de silencio para salir un día a borbotones".
También me llama la atención el comentario de la encargada de ese centro que dice que los supervivientes de la guerra no siempre consiguen contar su pasado ni mucho menos superarlo hasta el punto de sentir vergüenza de haber sobrevivido y de sentirse extraños en la piel de un presente vacío pero en el que tienen que aprender a dejar el lastre de su pasado.
Y, afortunadamente se da el milagro, caen las barreras, el miedo y los fantasmas se alejan para dejar hueco al amor.
Un amor que en la película parece tan doloroso como la sal en las heridas del pasado, pero que al final cierra cada una de ellas hasta cicatrizarlas todas.
Ésta es la historia de una infermera que sana el cuerpo del enfermo y de un enfermo que sana el alma de una infermera...
1 comentario
Maria -
Y realmente es importante no dejar de hablar de ello.