Dimensión humana, trato humano
[Imagen de Gettyimages]
¿Qué actitud tenemos con la gente: conocidos, compañeros, amigos, familiares?
El dia a dia hace que prestemos poca atención a los actos repetitivos y al trato con la gente más cercana.
Somos animales de costumbres, cogemos hábitos y rutinas.
Esto hace que, a menudo, necesitemos de sucesos para reaccionar y valorar lo que tenemos puesto que lo bueno de hoy mañana puede no estar.
La confianza no debería hacernos olvidar que estamos tratando con nuestros seres queridos, que cada persona debe ser respetada y debería contribuirse a su bienestar.
¿Nos movemos por interés? ¿Somos tan egoístas como para llevarnos bien sólo con quien nos interesa?
Yo no diría tanto, pero algo de esto hay.
Tenemos los sentidos embotados, la piel gruesa y resbaladiza al sufrimiento ajeno.
¿Dónde está la amabilidad de los dependientes en los comercios?
¿O la cortesía del dejar salir antes de entrar o dejar sentar a la gente mayor?
¿Las buenas maneras y la cordialidad están anticuadas?
Quizá hemos pasado de dar un trato preferencial al otro a mirarlo como un rival.
Hace años una amiga me envió este texto titulado 'Que tu hermano sea un Dios para ti'.
Piensa de verdad qué harías si te encontraras con Dios, cómo le saludarías, cómo le hablarías, cómo le tratarías.
Ahora esfuérzate en tratar así a las personas con que convives, al compañero de trabajo.
Lo primero es el respeto, luego la comprensión, la generosidad, la disponibilidad, la compasión, el servicio y por último el amor.
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