Lo que esconden los graffiti
Los graffiti es un tema de los que se prestan a muchos matices.
Solo hace falta observar la doble moral de los ayuntamientos en este tema.
Por el lado estético y de civismo se lucha contra ellos pintando y repintando las paredes graffiteadas.
Por el lado caza-voto-joven-rebelde se hacen campañas de colaboración con reconocidos graffiteros para decorar estaciones de metro o muros al más puro estilo del "si no puedes vencer al enemigo, únete a él".
Forman parte ya de nuestro paisaje urbano, son un medio más de expresión.
Sin embargo, cada dia me sorprende ver graffiti en los puestos más inverosímiles.
Uno se imagina al artista o gamberro (según se mire) colgado de una cuerda debajo un puente o adentrándose en un peligroso túnel.
Hay graffiti de muchos tipos. Hay barrios, paredes o puertas metálicas que perderían toda su identidad sin ellos mientras que muchas casas y muros la recobrarían.
¿Son arte o no? es indiscutible que algunos graffiti figurativos tienen una fuerza y garra extraordinarias al mismo tiempo que algunos grafitti no figurativos (con letras) son de las pocas muestras de arte caligráfico de nuestro tiempo.
Finalmente, quiero hacer un comentario sobre los graffiti reivindicativos: esas frases-lema que ensucian paredes de par en par. Sinceramente, me sobran.
Algunos son brillantes como uno que leí que decía: "Feliz Navidad y próspera miseria".
Sin embargo, la mayoría de las veces no vale la pena ensuciar una pared para decir según que.
Muchos jóvenes se creen unos profetas o héroes por el mero hecho de plasmar sus ideas en un medio más o menos duradero y público.
Creo que se lo podrían ahorrar y en vez de quejarse de lo mal que va el mundo hacer algo más que ocupar casas, armar jaleos y ensuciar paredes. Todos se lo agradeceríamos.
Con todo esto no quiero decir que los jóvenes no tengamos que tener ideales e inquietudes sobre cómo va el mundo, discutir los valores de la sociedad, etc. Me refiero a mirar lo que hace uno mismo ya que las mismas actitudes particulares son las que luego refleja la sociedad. Es muy fácil desde la pobreza reclamar el reparto de las riquezas o la paz en el mundo.
Pero quizá debemos empezar por cumplir con nuestras pequeñas tareas, asumir nuestras responsabilidades y, una vez tenemos poder o responsabilidad, actuar consecuentemente nos saldrá natural. En el fondo algunos graffiti denuncian la propia fustración. Es muy humano echar pelotas fuera.
Solo hace falta observar la doble moral de los ayuntamientos en este tema.
Por el lado estético y de civismo se lucha contra ellos pintando y repintando las paredes graffiteadas.
Por el lado caza-voto-joven-rebelde se hacen campañas de colaboración con reconocidos graffiteros para decorar estaciones de metro o muros al más puro estilo del "si no puedes vencer al enemigo, únete a él".
Forman parte ya de nuestro paisaje urbano, son un medio más de expresión.
Sin embargo, cada dia me sorprende ver graffiti en los puestos más inverosímiles.
Uno se imagina al artista o gamberro (según se mire) colgado de una cuerda debajo un puente o adentrándose en un peligroso túnel.
Hay graffiti de muchos tipos. Hay barrios, paredes o puertas metálicas que perderían toda su identidad sin ellos mientras que muchas casas y muros la recobrarían.
¿Son arte o no? es indiscutible que algunos graffiti figurativos tienen una fuerza y garra extraordinarias al mismo tiempo que algunos grafitti no figurativos (con letras) son de las pocas muestras de arte caligráfico de nuestro tiempo.
Finalmente, quiero hacer un comentario sobre los graffiti reivindicativos: esas frases-lema que ensucian paredes de par en par. Sinceramente, me sobran.
Algunos son brillantes como uno que leí que decía: "Feliz Navidad y próspera miseria".
Sin embargo, la mayoría de las veces no vale la pena ensuciar una pared para decir según que.
Muchos jóvenes se creen unos profetas o héroes por el mero hecho de plasmar sus ideas en un medio más o menos duradero y público.
Creo que se lo podrían ahorrar y en vez de quejarse de lo mal que va el mundo hacer algo más que ocupar casas, armar jaleos y ensuciar paredes. Todos se lo agradeceríamos.
Con todo esto no quiero decir que los jóvenes no tengamos que tener ideales e inquietudes sobre cómo va el mundo, discutir los valores de la sociedad, etc. Me refiero a mirar lo que hace uno mismo ya que las mismas actitudes particulares son las que luego refleja la sociedad. Es muy fácil desde la pobreza reclamar el reparto de las riquezas o la paz en el mundo.
Pero quizá debemos empezar por cumplir con nuestras pequeñas tareas, asumir nuestras responsabilidades y, una vez tenemos poder o responsabilidad, actuar consecuentemente nos saldrá natural. En el fondo algunos graffiti denuncian la propia fustración. Es muy humano echar pelotas fuera.
2 comentarios
Tonificante -
Sara -
És curiós, mentre anava llegint la teva entrada m'ha vingut al cap un graffiti molt curiós que es va pintar en una plaça de Lleida i que fou pagat per l'ajuntament. No recordo ben bé la imatge, però sé que anava sobre la violència de gènere. Vaig quedar-me estupefacta! Voler expressar el rebuig vers aquesta trista situació és absolutament lícit i positiu, però no sé si un graffiti n'és la millor manera... Malgrat tot, millor això que res, no?