Mujeres al poder
[Ilustración por Rodrigo Díaz]
Hace tiempo que no ando agitando al gallinero así que ya toca y el tema se presta a ello.
Venimos de un pasado dominado por el hombre que concentraba todo el poder mientras la mujer era marginada y limitada al ámbito doméstico y familiar que no es poco, al contrario es importantísimo, la base de cualquier sociedad pero que no debiera ser impuesto por obligación como el único.
No sin dificultades la sociedad ha logrado darle la vuelta al calcetín y equiparar en derechos mujer y hombre. Normalmente mediante el sentido común, ocasionalmente mediante medidas un tanto curiosas (imponer paridad de ministros y ministras) o con curiosidades lingüísticas como el famoso miembros y miembras que acuñó la ministra de Igualdad.
Éstos cambios no se han vivido con normalidad en un sector de la población.
Por un lado, por desgracia, asistimos día sí día también a un degoteo de víctimas de la llamada violencia de género por parte de hombres machistas que no llevan bien la cesión de ciertas libertades y privilegios por el que tenían uso exclusivo hasta hace poco.
Por el otro, a algunas mujeres se les ha subido el éxito a la cabeza y hacen gala de las mismas prácticas machistas solo que desde su feminismo menospreciando lo masculino como primitivo, simple, previsible, estúpido o débil.
Es cierto que muchas veces las mujeres deben luchar mucho más que los hombres en el terreno laboral, donde a veces no existe igualdad de sueldos para el mismo trabajo, tienen problemas para encontrar o mantener trabajo en edades de maternidad o deben hacer más equilibrios de la cuenta para la conciliación familiar y laboral.
Sin embargo da la impresión que a algunas les puede la ambición y lo quieren hacer todo solas heroicamente y que no quieren salvar al mundo sino comérselo.
Creo que debemos encontrar un equilibrio sano en esta guerra de sexos. Hablando de guerras, alguien dijo que los hombres hacen las guerras.
Yo digo que nadie debería creerse con la superioridad moral y ética sobre otro colectivo.
1 comentario
zingara -
Personalmente creo que las cosas que más afectan a las mujeres, y que siguen haciéndolas desiguales, son las faltas de infraestructuras (ej. sitios donde dejar a los hijos que tienen menos de 2 años, cuando las madres deben volver a trabajar), falta de paridad en la posibilidad de acceso a algunos tipos de trabajo, y en general una mentalidad distinta respecto a los hombres (y también algunas mujeres
Todas estas cosas ya se han logrado en paises del norte de Europa, como Noruega, pero no en los del Mediterraneo.
Me pareces una persona que cree en la igualdad de hombres-mujeres, pero te puedo asegurar que no soys la mayoría.
La verdad es que solo siendo una mujer es posible sentir de verdad donde y cuales son las verdaderas "discriminaciones" existentes.
Déjame añadir otra cosa: sin duda nadie escribiría un post sobre los hombres que llegan a tener posiciones de relieve en su trabajo, porqué es una cosa muy "normal".
No es, esta, una forma de desigualdad de mentalidad? Creo que un nombre puesto en femenino o un manifiesto no son suficientes para afirmar la existencia de la igualdad hombre - mujer. Lo que se debe cambiar (aunque ya hemos llegado a buenos resultados) es nuestra mentalidad.