ELLA (I)
De pequeño, pasada la edad de las travesuras, fui un niño que tenía bastante interiorizado el sentido de la responsabilidad. Incluso más que ahora. Quizá mi madre rompería a carcajadas al oir esto pero bueno, eso creo. Era un niño alegre pero organizado, de los que guardan sus ahorrillos en una hucha.
Hay una cita que dice "los niños no saben aguantarse, los adolescentes saben aguantarse (otra cosa es que lo hagan) pero no saben porqué y los adultos son los que se aguantan y saben porqué lo hacen". En este sentido he aprendido cuando y en qué cosas es importante la responsabilidad.
En la escuela destacaba gracias a estas características que no me atrevo a llamar virtudes. Un dia leí una entrevista al chico con la mejor nota de Selectividad, un 9,8. El chaval decía que no tenía novia y, al contrario de lo que sugería el entrevistador, concluía que sacar unas notas excelentes no le abría ninguna puerta en el campo de las conquistas femeninas. Coincido con él, creo que esto es así, sobretodo en la adolescencia. No se valora o está mal visto.
Cuantas veces se nos ha tachado de empollones y hemos visto como la chica que nos gustaba se iba con el macarra del curso, casualmente la antítesis en el aspecto académico (o sea el de los 10 suspensos)?.
A pesar de no ser muy popular me mantenía en mi línea. No me gustaba dejarme ir sino hacer las cosas bien y rápido. Pensaba a menudo en mi futuro y me tomaba muy en serio lo que hacía cada día para ser mejor y llegar donde me había marcado. No quería defraudarme y realmente quería llegar sin bajar el listón ni un milímetro de donde lo había dejado al principio.
Las chicas las miraba un poco de reojo sin fijarme mucho. No pensaba en el amor ni me preocupaba gustarles o no. Algunas las veía muy estúpidas y las demás en general un poco reacias a hacer amistad conmigo. Quizá porqué éramos diferentes. Más tarde he aprendido a conocerlas más hasta el punto de ser más fácil para mi tener amigas que amigos sobretodo por el tipo de conversaciones que suelo tener con unos y otros.
Hay una cita que dice "los niños no saben aguantarse, los adolescentes saben aguantarse (otra cosa es que lo hagan) pero no saben porqué y los adultos son los que se aguantan y saben porqué lo hacen". En este sentido he aprendido cuando y en qué cosas es importante la responsabilidad.
En la escuela destacaba gracias a estas características que no me atrevo a llamar virtudes. Un dia leí una entrevista al chico con la mejor nota de Selectividad, un 9,8. El chaval decía que no tenía novia y, al contrario de lo que sugería el entrevistador, concluía que sacar unas notas excelentes no le abría ninguna puerta en el campo de las conquistas femeninas. Coincido con él, creo que esto es así, sobretodo en la adolescencia. No se valora o está mal visto.
Cuantas veces se nos ha tachado de empollones y hemos visto como la chica que nos gustaba se iba con el macarra del curso, casualmente la antítesis en el aspecto académico (o sea el de los 10 suspensos)?.
A pesar de no ser muy popular me mantenía en mi línea. No me gustaba dejarme ir sino hacer las cosas bien y rápido. Pensaba a menudo en mi futuro y me tomaba muy en serio lo que hacía cada día para ser mejor y llegar donde me había marcado. No quería defraudarme y realmente quería llegar sin bajar el listón ni un milímetro de donde lo había dejado al principio.
Las chicas las miraba un poco de reojo sin fijarme mucho. No pensaba en el amor ni me preocupaba gustarles o no. Algunas las veía muy estúpidas y las demás en general un poco reacias a hacer amistad conmigo. Quizá porqué éramos diferentes. Más tarde he aprendido a conocerlas más hasta el punto de ser más fácil para mi tener amigas que amigos sobretodo por el tipo de conversaciones que suelo tener con unos y otros.
5 comentarios
Tonificante -
Sergio -
Luis -
Me gusta mucho la imagen de tu blog y lo que escribes. Por eso te coloqué como link en mi web, espero que no te moleste.
Un saludo.
Tonificante -
San Jordi fue muy especial. Libros y pocas rosas, jeje... y tu?
Sergio -