JA Marina - ¿Por qué soy cristiano?
José Antonio Marina hace un recorrido interesante de la naturaleza humana para explicar su vertiente religiosa y la realización de la bondad y la justicia que, en términos evangélicos, llamamos el Reino de Dios.
Dice que “El comienzo de todas las culturas fue religioso” porqué la religión “acompañó desde el principio a la aparición de la creatividad en el mundo”. A medida que el hombre evolucionó y fue capaz de trascender la realidad, comprendió signos y creó el lenguaje, tuvo noción de su finitud y de un absoluto, creó en su mente la idea de Dios.
La evolución nos llevó a conquistar la libertad, ser expertos de la adaptación al medio y desarrollar una gran capacidad creadora.
Con el paso de los siglos nos fuimos refinando pasando de animales “listos” a “dignos”, a ser capaces de captar “la emoción que produce la belleza, la gracia en el arte, la ligereza de la inteligencia creadora”.
En este punto Marina asegura que “podemos decir que el más poderoso de los vuelos de la inteligencia que pretende resolver los problemas de la sociedad es la ética”.
“Necesitamos una vida alta, crear es hacer que algo valioso exista, donde antes no estaba; su culminación es la bondad”.
Y haciendo un ejercicio de imaginación, finaliza ese recorrido del que os hablaba, exponiendo que “Si la inteligencia desplegara toda su actividad creadora, su brillante capacidad de bondad, ¿qué aparecería? Lo que en términos evangélicos se llama Reino de Dios”.
[del libro "¿Por qué soy cristiano?" de José Antonio Marina]
[De "La brújula interior" de Álex Rovira]
Anás libró Jesús a Caifás y éste a Pilatos. Cuando Pilatos se presentó delante de los que le traían a Jesús cayó encantado de su personalidad. Yo estaba y lo sé. Pilatos lo veía por primera vez. Su rabia había crecido pero así que lo vio se mostró solícito. Declinó las propuestas de los que lo traían y les dijo que procediesen según su ley ya que Jesús era judío y no romano. Ellos chillando dijeron que no tenían poder sobre la vida y la muerte. Pilatos llevó Jesús a la sala del tribunal. ¿Qué le sucedió? No podría decirlo. Sólo se que salió otro Pilatos. Si antes se mostraba reticente a matarlo ahora se negaba a hacerlo por respecto al pescador.
La mañana siguiente volví a ver Miriam al patio de Palacio. Parecía dormida. No se fijó en mi, le costó reconocerme. Tan lejos estaba su mirada que me recordó aquel leproso de Samaria. Llevaba un mensaje ilegible en los ojos.
[Serie de relatos extraídos de Un rodamón a les estrelles de Jack London]
Pilatos había oído decir cosas de mi, yo también lo conocía como el procurador del volcán semita de Jerusalén. Hablamos bastante de la situación local. Pilatos parecía aislado y deseoso de compartir sus ansiedades y pedir consejo.
Los informes de Pilatos hablaban de Jesús como un hombre que quería instaurar un nuevo reino: El Reino de Dios pero no aquí sino en el cielo. Mantiene la postura de pagar impuestos a Roma como respondió preguntado por los fariseos sobre la cuestión: "Al César lo que sea del César y a Dios lo que sea de Dios." Ciertos seguidores lo consideran Dios mismo.
[Inspirado en 'el Alquimista' de Paulo Coelho]